Challenge
Cada lunes al ingresar a la escuela siempre surge el comentario: Es muy lunes, caras desganadas, estudiantes desmotivados y docentes que creen que sus esfuerzos son en vano, pues no logran llegar a sus educandos. Enseñar Electrónica, programación, tecnología, implica estar actualizado en saberes del ámbito de la ingeniería y las ciencias exactas, sin embargo en mi escuela pasa lo contrario: docentes con cuadernos amarillos y estudiantes aprendiendo de memoria. Podemos atribuir esta paradoja al hecho de que el perfeccionamiento docente está desactualizado, entonces sin capacitación no se pueden probar cosas nuevas, resultando que los profesores queden a la deriva, y nunca están a la vanguardia de los avances tecnológicos y su enseñanza se vuelve obsoleta. Quizás podemos citar la ausencia de recursos materiales, podemos aludir que no cuentan con espacios de intercambio con pares, ni con el tiempo suficiente para probar nuevas estrategias y medir su impacto en el aula por los tiempos propios de la planificación o decir que no se les ocurre actividades convocantes o atractivas para sus estudiantes Debemos encontrar aquellas estrategias que inviten a que cada colega comience por pequeños cambios, y que los resultados, lo estimulen a seguir probando nuevos desafíos que hagan traccionar la rueda de la inspiración. Cuando uno se siente motivado y con energía, todo es más simple. Un docente apasionado, crea clases que invitan a aprender. Alumnos cautivados, crean un ámbito de bienestar, y por consiguiente, reconforta al docente. ¿Qué sucedería si cada aula se transformara en un espacio en donde todos aprenden y la curiosidad se despierta en cada persona, independientemente del rol que ocupa? ¿Cómo podríamos fomentar la creatividad de los docentes para que los estudiantes se sientan atraídos por aprender?¿Cómo fomentar en los colegas las ganas de explorar nuevas alternativas y de esa manera empoderar?